Comienza afirmando que: «Esto es una problemática de todo el año. Nosotros cómo escuela misionera, tenemos el propósito de encauzar a nuestros jóvenes en el propósito de Dios brindándoles no solamente contención, sino talleres de arte-oficio. Desde esa base estamos abordando también la problemática de las adicciones en la ciudad». Sobre la misma línea, nos comenta: «Hay muchas familias afuera, en las bajas temperaturas que acuden a este lugar para buscar albergue. No damos un colchón solamente, brindamos contención espiritual». «Creo que el frío más intenso es el frío del alma, ahí hay que llegar. ¿Por qué la gente está en la calle? Creo que cómo sociedad deberíamos ser más sensibles en este tiempo, el frío de la indiferencia, del egoísmo, a veces es mucho más fuerte que las bajas temperaturas». Referido a la edad de las personas que buscan refugio, se refirió: «hay [edades] diversas. Han venido de la casa del adolescente, ancianos, y matrimonios. Hoy por hoy, estamos intentando aumentar el cupo, hay 20 personas que están de forma permanente y más la gente que viene a la noche a comer. Se les brinda un desayuno, un almuerzo, una merienda, y una cena a las personas que se encuentran acá». El mismo, afirmó que la escuela misionera se sustenta a base de la colaboración de la comunidad cristiana y donaciones. «Nos acercan alimentos, ropa, abrigos. Tenemos un ropero comunitario». Finalmente, nos invita a reflexionar diciendo: «La contención social la puede brindar mejor el gobierno, el que sea, pero la contención espiritual, a eso apuntamos. Nuestra remuneración hoy es ver esas vidas que han sido cambiadas». Contacto: 2974435217 INFO EL CRONISTA CR